Secretos Para Gozar Más Con La Posición de El Misionero
En éste artículo vas a descubrir cómo mejorar la pose sexual de misionero para disfrutar más con tu pareja.
El punto de partida para enloquecer a un hombre en la cama es la actitud que tú tengas por experimentar sexualmente. Eso es lo importante.
Una de las posiciones más candentes para un hombre es en la que él pueda tener control total de la penetración. Y para eso, casi en todas las poses sexuales que le den esa capacidad, él tiene que estar arriba.
Pero el problema de las posturas sexuales que más agradan a los hombres y que son las que les dan más control, es que por lo general son las que menos estímulos y placer le brindan a una mujer.
Una de las más comunes es la posición de misionero. En ella, casi todo el control lo lleva el hombre, y a menos que sea un estupendo amante que sabe cómo fusionar su placer con el tuyo, por lo común vas a sentir mucho menos placer que él.
Así que un gran inconveniente para muchas de ellas, es quedar a merced del ritmo y movimiento de su pareja durante la posición del misionero.
Es todavía peor cuando tu hombre pierde el control de su excitación y eyacula pronto, dejándote prendida y frustrada…y ante esa calentura que sientes entre las piernas, algo se tiene que hacer para remediarlo, ¿no?
Así que el reto es el siguiente: ¿Cómo puedes complacer a tu hombre en la cama con la posición de misionero, pero sin que tu placer quede fuera?
Cómo Realizar La Posición De Misionero Para Recibir Más Placer
Existe una manera para generarle un gran placer a tu hombre estando arriba de ti, a la vez que tú alcanzas una gran estimulación que te lleve al orgasmo.
Lo que tienes que hacer con esta pose sexual es estimular tu clítoris mientras tu hombre te penetra. Y eso lo puedes hacer masturbándote con las manos o algún juguete angosto, o bien, pidiéndole a tu hombre que use un anillo-vibrador en la base del pene para estimular tu clítoris cada vez que te penetra.
De esta manera él va tener un gran control sobre el grado de penetración y sobre el ritmo justo que le genera un gran placer, a la vez que tú lo disfrutas.
Un elemento clave que puedes integrar, es el movimiento de tus caderas y levantarlas para lograr la cadencia y el ritmo que te brinden el mayor placer en la pose sexual del misionero. El problema es que te vas a cansar si lo haces por mucho tiempo; recuerda que el peso de tu hombre estará sobre ti.
Por último, otro poderoso recurso que puedes utilizar es comunicarle en que ángulo y grado de penetración te resulta más excitante ésta posición sexual; típicamente entre más junte y frote su pubis contra el tuyo, más placer sentirás.
El problema será que tu hombre aguante el tiempo suficiente porque tendrá que cargar con todo su peso en sus brazos para poder juntar y frotar su pubis contra el tuyo lo suficiente para estimular intensamente tu clítoris por un buen tiempo.
Ahora dime, ¿A tí que tipo de estímulo te gusta recibir durante la posición del misionero?
Una de las situaciones o posiciones que me gusta hacer de vez en cuando, es dejar que me haga el oral, mientras que yo me froto el clítoris. Lo miro mientras me masturbo clitorialmente: elevo luego mis muslos y nalgas cuando ya estoy a punto de llegar al orgasmo. Estando acostada en la forma correcta.
La otra es colocarse la mujer atravesada en la cama si está contra la pared, mis piernas quedan libres en caída libre hacia el piso. Me abro de muslos y me empiezo a masturbar para entusiasmar al hombre.. Para el momento de la penetración elevo mis muslos a colocar sobre los hombros de él.
Esto en cuanto a la posición del misionero bien sea deseada por una o por el hombre.