- Y por qué consideras que tienes el potencial para desempeñarte exitosamente en el trabajo de bailarina exótica? le pregunté a Perla, una chica atractiva que me estaba consultando.
– Ayyyy Ugo, Qué no me estás viendo?? A cada lugar que llego todoooosssss los hombres me comen con los ojos me respondió ella notoriamente contrariada.
– Mira, pues buena nalga si tienes, pero te has preguntado si los hombres que dices que te ven y que te buscan tienen más opciones en el lugar al que vas, o si solo eres la única chica atractiva allí? Por que si trabajas en un table dance no vas a ser la única con buena nalga, ni tampoco la de cara más bonita. De hecho más de una te va a desplazar. Y considerando que habrá unas 40 ó 50 chicas más que tú, entonces cuando menos 10 van a competir de frente contigo, y 3 o 4 te van a superar con facilidad le respondí yo.
– Bah, eso no lo creo. Si hasta en la escuela y la colonia en donde vivo soy la chica mas asediada. Además los hombres que me buscan saben perfecto que YO estoy para que ellos me complazcan- insistió ella.
– Bueno, hay una diferencia sustancial entre el hombre que te pretende en tu colonia, o los hombres que te encuentran en un bar cuando vas con tus amigas gordas, y donde no tienes competidoras, a los hombres que van a un table dance sabiendo que tienen múltiples opciones 100% dispuestas a cambio de su dinero. Pero si así lo ves te deseo mucha suerte. Yo no te puedo ayudar cuando padeces un problema tan grave como el síndrome de princesa. En materia de seducción profesional las reglas de seducción son inversas, y no creo que tú las vayas a poder cambiar.- le dije despidiéndome.
– Espera. ¿Síndrome de princesa? Explícame eso.- me pidió reteniéndome.
El síndrome de princesa
[Síndrome de princesa: Expresión del ego exacerbado en una mujer pensando que los hombres no la merecen. Comportamiento femenino convencional aplicable en sus relaciones convencionales, no aplicable en las relaciones profesionales, de relaciones públicas, o de negocio. Incomprensión de las bailarinas stripper de que la inversión de mediano y largo plazo en un cliente es la más rentable] Ugo Sybaris.
Lo dicho. Todas las chicas tienen el síndrome de princesa. Es cuestión nada más del lugar y del momento, pero serlo forma parte de su carga cultural y seguramente genética. La chica que normalmente pasa desapercibida en un lugar y ve su ego golpeado, en otro espacio o momento se sentirá princesa. Así que es lo natural en la vida de casi cualquier chica, ya que depende de las circunstancias que tenga o no competidoras, y en función a ello que sea más o menos asesidada por los hombres: si tiene más competencia es mas sencilla, y si no la tiene es más ególatra…mas princesa.
Entonces ahora imagínate como reaccionarás ante 80 o 100 hombres que te ven como si vieran a la diosa Afrodita cuando te despojas de la ropa. El síndrome de princesa es sentir que los hombres no te merecen o que se tienen que esforzar para merecerte.
Piensas que no tienes el síndrome de princesa? Piénsalo dos veces. Estas en un antro o en un bar y se acerca un chico a hacerte la platica. Lo bateas. Luego viene otro. Lo bateas. Y otro. Y otro más. Los bateas. Tienes el síndrome de princesa. En tu trabajo o por tu casa, los hombres te voltean a ver; algunos tratan de acercarse; los más seguros de sí mismos te invitan a salir. Los rechazas. Tienes el síndrome de princesa.
Mientras que en espacios y circunstancias convencionales ese comportamiento es casi natural, y ante él la mayoría de los hombres se enganchan en el rol de tener que convencerte, satisfaciendo tu ego y dándote la posibilidad de escoger entre ellos, en el trabajo en un teibol tener el síndrome de princesa es tu boleto de salida. Por qué? Pues por que los hombres aquí en realidad son clientes, y son ellos quienes tienen la opción de escogerte o no entre las demás chicas, y por lo tanto de sustituirte, de hacerte perder dinero, y al final de ignorarte…auchhh…duro golpe para una príncesa. Bueno, algunos hombres no se dan cuenta de eso, y veremos en otra nota como aprovecharlosjajaja
El síndrome de princesa te llevará a no jugar el juego de seducción de manera activa, sino pasivamente. En lugar de responder a una mirada de interés de forma provocativa, responderás de la manera en que estas condicionada: ignorándolo y esperando nuevos intentos de su parte. Esto sucede muy rápidamente, casi de forma instantánea. Si tienes el síndrome de princesa, sucederá algo así:
*- El te mira, incluso te sonríe.
– Tú lo ignoras.
– El le dice al amigo: La vi, pero ni me volteó a verme tuve que acercar
– El le dice al amigo: Le pregunte si se acordaba de mi y me dijo que no
– El amigo le dice: No inventes, si hasta le pensabas pagar. Mándala a volar por mamona que aquí esta lleno de viejas*
Por eso para liberarte del síndrome de princesa desde ahora debes tener muy en claro que para la mente masculina que acude a los clubs su máxima satisfacción es sentirse seductores, aunque paguen por ello, ya que en el 90% de los casos se trata de machos beta u omega que asumen que tenerte les representa un costo. Y cada uno de ellos lo que espera es verse correspondido.
– El te mira, incluso te sonríe.
– Tú le sonríes, y te vas aproximando a su mesa, mirándolo y sonriéndole.
– El le dice al amigo: Oye weyYa viste como la chica del fondo me devolvió la sonrisa? (su ego se infla)..Y viene para acá
– El amigo le responde: Orale, aprovecha que es un cromo y llámala que luego se te va la oportunidad y te la van a ganar
– El le dice al amigo: Si. Traigo como para unos 8 bailes*
En el ambiente y trabajo table dance en términos generales las reglas convencionales no aplican. Los roles están invertidos y la que debe seducir y convencer con inteligencia, ERES TU.
Recomendaciones y pasos:
1) El cliente paga por tu atractivo, no por tu ego.
2) Sonríe…siempre sonríe.
3) Mira…siempre mira.
4) Los clientes no tienen que merecerte, si no tu a ellos.